La rubéola suele comenzar con malestar general, febrícula y una exantema morbiliformeque aparece el mismo día. El exantema comienza en la cara, se extiende sobre el tronco y las extremidades y pocas veces persiste más de 3 días. Ninguna característica del exantema es patognomónica de la rubéola. A menos que ocurra una epidemia, la enfermedad es difícil de diagnosticar clínicamente, pues el exantema causada por otros virus es similar.
La artralgia y la artritis transitorias suelen observarse en los adultos, sobre todo en mujeres. Pese a determinadas similitudes, la artritis por la rubéola no tiene una relación etiológica con artritis reumatoide. Las complicaciones infrecuentes son: púrpura trombocitopénica y encefalitis.
Otras manifestaciones clínicas de la rubéola son:
- Defectos cardíacos (comúnmente conducto arterioso permeable y estenosis de la válvula pulmonar)
- Defectos oculares (cataratas, coriorretinitis, glaucoma, coloboma, opacidad corneal, microftalmía)
- Agrandamiento del hígado y del bazo
- Microcefalia
- Erupción cutánea
- Anemia
- Inmunodeficiencia transitoria
- Neumonía intersticial
- Coagulación intravascular
- Hepatitis
- Restricción del crecimiento intrauterino
- Sordera neurosensorial
La rubéola aumenta el riesgo de padecer diabetes mellitus, tiroiditis crónica y panencefalitis subaguda progresiva.
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